Si dulce es ganar en la última oportunidad, amargo es perder. Hoy en Red Bull viven ambos sentimientos tras la victoria de Sebastian Vettel en el GP de Abu Dhabi, el último del año. Una victoria que era lo que acercaba más alemán a poder ganar el Campeonato del Mundo y que se ha ganado a pulso siendo muy agresivo desde la pole y el principio de la carrera.
Por detrás, Fernando Alonso y Mark Webber quedaban con su guerra psicológica por el título con la mayor carga de presión para el australiano que quinto estaba en parrilla, y quinto salía de la primera curva, mientras que a Alonso lo superaba Jenson Button que como diría aquel ni le iba ni le venía. No se cumplía ni la mitad de la primera vuelta cuando fue el accidente entre la curva 5 y 6 de Michael Schumacher. Un importante y temprano punto de inflexión de la carrera.
El heptacampeón defendiendo su posición por el exterior respecto a Nico Rosberg (me ahorro comentarios sarcásticos) perdía el control de la trasera de su MGP-W01 quedándose casi en medio de la pista y en dirección contraria. Toda la parrilla lograba esquivarlo a tiempo menos Vitantonio Liuzzi que montaría literalmente su Force India sobre la flecha plateada. El coche de seguridad saltó a pista durante tres vueltas y comenzaría la agonía para Webber y para Alonso, por ese orden.
Ambos quedaban por supuesto fuera de carrera, y en tres vueltas el coche de seguridad se retiraba relanzando la carrera. Por poco la vuelve a liar (tercera vez del fin de semana) Lewis Hamilton, que se salía de la pista y se emparejaba con Vettel en la escapatoria viendo que el alemán se lanzaba a su ritmo y bola. El británico muy agresivo ha luchado todo lo que ha podido por la victoria (finalmente ha sido segundo), pero quizás ese exceso de agresividad le ha condenado a no llegar a ella.
En torno a la vuelta cinco Mark Webber cometía un fallo por vaya Ud. a saber qué razón que le llevaba a impactar con la rueda trasera derecha de su monoplaza con un guardarraíl de Yas Marina. Ni dos vueltas más tarde Webber comunicaba al equipo que tenía problemas de agarre tras el toque, a lo cual Red Bull lo llamaba a boxes para cambiar a los neumáticos duros. Ni cortos ni perezosos en Ferrari hacían entrar a Fernando Alonso apenas tres giros después para hacer el mismo movimiento cuando rodaba en cuarta plaza. El principio del fin para ambos se avecinaba.
Y es que entre los diez primeros Sebastian Vettel, Lewis Hamilton y sobre todo Jenson Button, Robert Kubica (brutal remontada inicial del polaco), Vitaly Petrov, Nico Hülkenberg, Nico Rosberg más Kamui Kobayashi y Adrian Sutil “se tomaban su tiempo” para entrar a cambiar sus neumáticos blandos. Por decirlo finamente, ya que más de la mitad de ellos no sólo aguantaron entre los diez primeros, si no que no empezaron a entrar hasta pasada la vuelta treinta. Hagan Uds. sus cálculos: carrera rápida, con los de delante entre 1:46 y 1:42, relativamente cerca unos de otros y con unas paradas que suponían 24 segundos en total larguitos…
Tras ver Webber y Alonso poco a poco como pagaban muy caro junto con sus equipos (¿Red Bull? al final han pasado desapercibidos… a pedir de boca) unas estrategias demasiado conservadoras mirando demasiado a los rivales, se encontraban con la dura realidad: los Renault eran dos huesos más que duros de roer. Con un paso por curva estupendo y una buenísima respuesta de sus motores desde los más bajos regímenes, Robert Kubica aguantaba delante y sacaba distancia, mientras que Vitaly Petrov seguía luciéndose ganándose sus minutos de gloria.
Y es que el ruso Petrov puede alardear hoy de haber evitado ser adelantado por un Fernando Alonso que en cuanto echaba algo de más carne al asador no se iba a coger setas porque las escapatorias de Yas Marina son de asfalto… pero para entendernos. Desapercibido y ausente en las pantallas pero también rindiendo a gran nivel ha estado Nico Rosberg, que ha logrado la cuarta posición final de la carrera para Mercedes GP.
Entre el resto poco que comentar. Kamui Kobayashi ha vuelto a ofrecernos unos momentos de coraje memorables, Jenson Button dentro de lo que cabe se despide del 1 dignamente subiendo al podio tras llegar a liderar la carrera y rodar muy rápido durante la misma. Felipe Massa acosó a Mark Webber todo lo que pudo, pero los milagros a Lourdes. Jaime Alguersuari también ha hecho una excelente carrera codeádose con los grandes como Mark Webber al que dejaría pasar de forma notable y con Felipe Massa al que desquició durante algunas vueltas. El premio para el catalán ha sido cosechar sus últimos puntitos de la temporada, siendo noveno.
Y también muy bien el final de Hispania Racing Team que no han sido los últimos. Ya que entre retirada por avería de Timo Glock, y que el Lotus T129 de Jarno Trulli hoy se desmontaba solo han terminado décimonoveno (Bruno Senna) y vigésimo (Christian Klien). Por cierto, lo de Trulli ha sido de traca: primero se dañó el alerón delantero de su Lotus, que además le costó basntante al equipo desabrochar el morro en el pit para ponerle el nuevo. Y luego en plena recta y casi al final de carrera el alerón trasero se descolgó solo.
En definitiva una última carrera que ha sido muy rápida, tensa, decisiva pero con apenas incidentes reseñables en carrera más que los comentados. Y una tremenda igualdad que junto con las ganas de terminar lo mejor posible el año ha hecho que no se prodigaran los adelantamientos. Intentos de hacerlos y maniobras intimidatorias sí, muchas… pero insuficientes. Mientras que Sebastian Vettel volaba más y más alto ante la tensión y calma inquieta del muro de Red Bull con Christian Horner y Adrian Newey a la cabeza.