Hace 36 años, en 1975, que Frank Williams debutó en la Förmula con la escudería que lleva su nombre. El británico no tardó demasiado tiempo en hacer campeón a su equipo. A partir de ese momento comenzó a fraguarse la historia de la que es, por méritos propios, la tercera escudería más laureada de la historia. Pero de aquellos laureles sólo nos queda un leve recuerdo.
Lejos queda ya 1997, año en el que Jacques Villeneuve logró el último título para la escudería británica (ese año también se logró el de constructores). Desde entonces, diez victorias (once si contamos la que le “birlaron” en el Gran Premio de Singapur 2008) y sobre todo muchos proyectos esperanzadores que finalmente fracasaban sin remedio.
Pero hoy, por decisión del a veces cruel destino, Williams ha vivido su peor clasificación de la historia. Podríamos decir que más bajo no se puede caer. Los problemas técnicos de Runbens Barrichello le han impedido, siquiera, una vuelta. Por su parte, Pastor Maldonado, no mucho mejor, decimoséptimo, se veía lastrado por la sanción de diez posiciones debido a la utilización del noveno motor.
Un resultado que sirve casi como colofón perfecto para la que está siendo la peor temporada en la historia de Williams. Curiosamente, este malísimo resultado casi coincide con un hito en la escudería de Grove. El 6 de noviembre de 2010, hace más de un año ya, Nico Hülkenberg logró la última pole de Williams. Hoy, la sexta posición en la clasificación conseguida la pasada temporada suena a quimera. Hoy, Williams languidece. Sin el apoyo de un gran fabricante, sin los millones de un magnate, el último garajista va a tener problemas para sobrevivir.